Las isoflavonas de la soja, también llamadas estrógenos vegetales, constituyen un conjunto de moléculas cuyas estructuras tienen similitud química con los estrógenos, sustancias elaboradas por los ovarios en el período fértil de la mujer. En la menopausia la mujer deja de ovular por lo que la producción de estrógenos se reduce notablemente. Ello lleva a una serie de cambios orgánicos y psicológicos importantes.