Su conjunto aromático inicia con aromas luminosos y frutales, gracias a la combinación de ciruela, notas ozónicas y pomelo. Seguidamente, su corazón nos atrapa con notas crujientes, sensuales y golosas, como miel, jazmín y avellana, para sumergirnos finalmente en un contraste terroso y viril, formado por pachulí, musgo de roble y vetiver, aportándole también durabilidad a la estela.
Alejada por completo del clasicismo, está fragancia está dirigida a un público joven, chicos actuales que gozan de su libertad y viven bajo sus propias reglas.
Su carácter irreverente y pícaro, convierte a este perfume en un aroma de estilo nocturno. Un arma masiva creada para seducir y hechizar.
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